Fernando Estevez Griego, debe haber percibido esto, por lo que me hiso sentir que me contenía, guíaba y apoyaba. Un día me invitó a hablar al cuarto del fondo. Yo estaba muy angustiada, no paraba de llorar. Me dijo que me relajara que me iba a hacer unos masajes para sacarme la angustia. Mientras me tocaba me explicaba para que hacía cada movimiento. De repente me penetró. Yo quedé dura. Me preguntó como me sentía. Yo le contesté que no sabía. Me explicó que me estaba activando la kundalini. Lamentablemente esta situación se repitió unas cuantas veces más. Yo no sabía como decirle que no. No quería ir al cuarto del fondo, no quería que me masajeara y sobre todo no quería que me penetrara. Pero estaba muy confundida y asustada y sobretodo creo ahora, mirando en retrospectiva, que me costaba ver la realidad: mi maestro, a quién yo le había entregado toda mi confianza, se estaba aprovechando de mi. El seguía alegando que se trataba de una técnica del tantra yoga, para activar la kundalini.
No fue hasta que un día, como todas las otras veces me preguntó como me sentía, y yo de vuelta le contesté que no sabía, y entonces el respondió "Uy mira vos siempre con lo mismo. Bueno por lo menos un ratito para amainar el vicio."
Fue como un balde de agua helada en la cabeza. Para ese entonces yo ya estaba dando clases de yoga, estaba super metida y sentía que finalmente había encontrado mi camino.
Me faltaba poco para terminar y con toda la bronca decidí seguir el profesorado hasta terminarlo. Empecé a hacer dos módulos por mes y obviar los horarios en que sabía que el estaba. Me entregaron el diploma los primeros días de enero, y al día siguiente me fui a Italia pensando no volver jamás. Lamentablemente tuve que volver por una depresión muy fuerte junto a unos terribles ataques de pánico.
Recién pude hablarlo y sacarlo de mi interior el año pasado, después de un accidente de auto que tuve, donde murió un amigo. Eso me movilizó muchísimo, por lo que decidí abrirle una causa judicial a Fernando Estevez Griego. Fue un proceso muy duro, me costó muchísimo, pero la verdad que me hiso muy mal este hombre y realmente no se lo deseo a nadie. Esto fue lo que me motivó a hacer la denuncia en un principio.
Hasta el día de la fecha no supe más nada acerca de mi denuncia. Estoy intentando comunicarme con la psicóloga de la ofavi (Oficina de Asistencia Integral a la Víctima del Delito).
Quiero y necesito que esto se sepa, por mi, por todas las chicas a las que les sucedió y por todas las chicas a las que les puede llegar a pasar.
Para peor este hombre es psicólogo (o así dice) y maestro espiritual. No podemos dejar que siga en ese lugar!!!
Por favor, no tengan miedo. Si saben de alguien a la que le haya pasado avisenme, yo le puedo pasar el contacto de la OFAVI, donde me dieron asistencia psicologica y legal gratuita.
Que se haga la luz!!
Saludos a todos y todas
Chiara Speranza
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